A día de hoy, hay muchas zonas del mundo que no disponen de agua potable y saneamiento de la que sus habitantes puedan hacer uso. Esto es de sobra conocido, pero queda patente el 19 de noviembre, fecha en la que cada año se celebra el Día Mundial del Saneamiento, que busca crear conciencia sobre los 4200 millones de personas que carecen de servicios de saneamiento gestionados de forma segura.

Es por eso que, con los datos que proporciona la Organización Mundial de la Salud (OMS), es fácil darse cuenta de la importancia del agua en nuestra vida, pero sobre todo hasta qué punto es imprescindible.

  • En el año 2015, el 71% de la población mundial utilizaba un suministro de agua potable gestionado de forma segura (ubicado en el lugar de uso, disponible cuando se necesita y no contaminado). Es decir, estos datos dejan fuera a casi una tercera parte de la población mundial.
  • Ahondando más en el asunto, 844 millones de personas no tienen, ni tan siquiera, un servicio básico de suministro de agua potable.
  • Es por eso, que beber esta agua contaminada puede acarrear, y acarrear, múltiples enfermedades a sus consumidores. Entre ellas esta situación puede transmitir a sus consumidores diarrea, cólera, disentería, fiebre tifoidea o poliomielitis.
  • Y en zonas como estas, esta inseguridad, supone más de 502.000 muertes al año por diarrea debido a la contaminación del agua potable.
  • Además, en el año 2025, a los problemas ya existentes en el agua se le van a añadir los ocasionados por la crisis climática, y por ello se espera que más de la mitad de la población del mundo viva en zonas de escasez de agua.

Y es que la lluvia es nuestra principal fuente de abastecimiento de agua. Su ciclo cumple, habitualmente, el siguiente proceso: el agua se evapora del suelo y de las plantas hacia la atmósfera y luego se precipita sobre la Tierra y se distribuye a través de ríos, lagos y humedales. Sin embargo, las precipitaciones pueden variar mucho de unos lugares a otros, lo que produce enormes problemas de escasez de agua en lugares como África, donde gran parte del territorio es árido.

Así, ya sea porque la escasez del agua es ya visible en muchas partes del planeta, o porque pueda serlo en un futuro cercano en otras muchas, debemos interiorizar la importancia del agua en nuestras vidas y cuidarla para que podamos disfrutar de este bien tan preciado el mayor tiempo posible. Porque la ausencia de la misma puede desatar además de problemas de salud, también diplomáticos y migratorios en un mundo ya complejo como el actual.

Porque, aunque el agua cubre gran parte de la Tierra, solo el 2,53% es agua dulce, y además, 2/3 de este agua dulce está congelada en glaciares o en lugares con nieves perpetuas, y su uso por tanto es muy limitado.

Por todas estas razones es muy importante conocer nuestra huella hídrica. Este indicador nos permite conocer cuánta agua consumimos más allá de aquella que bebemos diariamente.

  • junio 1, 2022por Ivan Valbuena
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